La tecnología LED ha llegado para quedarse, se ha convertido en un elemento indispensable en los estadios. La emoción, el furor del público, el espíritu deportivo se mantiene gracias a la aportación de cada persona que se emociona en el estadio. Cada victoria se multiplica porque es compartida. Es un momento de unión y celebración o de compartir pensar, pero de lo que se trata es de eso, de compartir.
Por eso, la tecnología LED ha conquistado el corazón de la ficción, porque es gracias a las pantallas que podemos vivir la magia del deporte. ¿De qué serviría jugar si nadie puede verlo?